Es frecuente que en consulta los pacientes nos pregunten sobre las causas de las alteraciones del gusto. En este artículo explicamos cuáles son las principales, así como su tratamiento y posibles medidas preventivas.
El sentido del gusto puede verse alterado por diferentes causas. Se trata de un problema que, si bien no supone una amenaza grave, resulta bastante molesto e incluso frustrante en ocasiones. Puesto que lo normal es ingerir alimentos varias veces a lo largo del día, estas alteraciones en el sentido del gusto son un recordatorio de que algo no va bien en nuestra salud.
En qué consiste el sentido del gusto
El sentido del gusto está relacionado con la capacidad para detectar los distintos tipos de sabores existentes. A nivel científico se han clasificado éstos en cinco tipos: dulce, agrio (ácido), amargo, salado y umami (sabroso).
Al introducir un alimento en la boca, las moléculas que lo componen son percibidas por las papilas gustativas, proporcionando información sobre estos sabores. En conexión con el sentido del olfato y las sensaciones percibidas de textura y temperatura de éstos alimentos, conforman el sentido del gusto en su conjunto
Tipos de trastornos del gusto
Los trastornos del gusto pueden diferir en intensidad. El más moderado podríamos considerar que es la hipogeusia, que es una reducción parcial de este sentido. A un nivel mayor podemos encontrar la ageusia, que supone la pérdida del sentido del gusto por completo. Y probablemente el más molesto de todos sea la disgeusia, que consiste en que la percepción del gusto se ve alterada, provocando sensaciones desagradables que hacen que resulte complicado el necesario acto de comer.
Causas de las alteraciones del sentido del gusto
En cuanto a las causas de las alteraciones del gusto, hay una amplia variedad de ellas. Determinadas infecciones, la exposición a algunos productos químicos o la radioterapia en zonas como la cabeza o el cuello pueden provocar que el sentido del gusto desaparezca.
La alteración de los sabores puede deberse a estos mismos factores, pero también hay que añadir otros como algunas cirugías del oído, la nariz y la garganta, la extracción de la muela del juicio, o una higiene bucal deficiente, que es otra de las razones más comunes de por qué se altera el gusto.
A continuación detallamos algunas de las principales causas de las alteraciones del gusto:
Infecciones y patologías
Las infecciones de sistema respiratorio, como un resfriado común, la gripe o la sinusitis, pueden afectar al sentido del gusto temporalmente. Condiciones como la diabetes o enfermedades autoinmunes también pueden alterar la percepción de los sabores.
Fármacos y tratamientos médicos
Ciertos medicamentos, como por ejemplo antibióticos y medicinas para la presión arterial alta, pueden causar un gusto metálico o alterar la percepción del gusto. Los tratamientos de quimioterapia y radioterapia también son conocidos por afectar el sentido del gusto.
Problemas bucodentales
La caries, las enfermedades de las encías, las infecciones bucales y la mala higiene oral pueden modificar el gusto. La presencia de prótesis dentales y otros aparatos orales también pueden contribuir a este problema.
Deficiencias nutricionales
La falta de ciertos nutrientes, como la vitamina B12, zinc y algunos antioxidantes, puede llevar a cambios en el gusto.
Envejecimiento
Con el paso de los años, es normal experimentar una disminución en la sensibilidad de las papilas gustativas, lo que puede modificar la forma en que percibimos los sabores.
Diagnóstico de alteraciones del gusto
Las alteraciones del sentido del gusto pueden ser diagnosticadas por un otorrinolaringólogo, así como tu odontólogo u otros especialistas como endocrinos, neurólogos, etc. Por lo general el profesional comenzará recopilando información detallada sobre los síntomas, la duración de éstos y preguntando sobre cualquier factor que haya podido ser desencadenante. En función de los datos que obtenga, podría derivarte a otro especialista que se ajuste en mayor medida a tu caso.
Tras este paso procederá a un examen de la boca, a partir del cual, en muchos casos, ya puede establecer un diagnóstico vinculando la observación con la información recogida previamente. Cuando esto no es suficiente, puede requerir que el paciente se someta a un análisis de sangre u otras pruebas específicas que le ayudarán a descartar entre las posibles causas de esta alteración del gusto y dar con la que efectivamente ha originado el problema.
Tratamiento de las alteraciones del sentido del gusto
Como es lógico, el tratamiento se establecerá en función de la causa que el otorrino haya detectado como origen del trastorno del gusto. No será el mismo si se debe a una infección que si lo ha ocasionado el uso de un fármaco o si se debe al consumo de tabaco o alcohol.
En cada caso se prescribirá un tratamiento acorde que actúe sobre la causa subyacente, ya que aunque se han utilizado opciones como el zinc, la glutamina o el ácido alfa-lipoico entre otros para el tratamiento de las alteraciones del gusto, no se puede decir que hayan dado resultados óptimos.
Por lo general, además de un tratamiento orientado a mitigar la causa de orígen, se suele aleccionar a quienes padecen este trastorno para que extremen sus cuidados en lo que se refiere a la higiene bucodental, ya que ésta es un área en la que no siempre se presta la necesaria atención y que puede ayudar considerablemente a remediar el problema.